MORDILLO
Nací, como todo el mundo, a los nueve meses de edad. La cosa ocurrió en
el famoso barrio de Villa Pueyrredón,en una calle con nombre de pianista: Argerich,
allá por Buenos Aires.Más tarde me enteré que fue un 4 de Agosto de 1932.Mi
hermana Teresa nació en una calle donde, según Abel Santa Cruz,no hay más
remedio que nacer: Nazca.Finalmente nos decidimos por la calle Cabezón, esquina
Condarco, a mediados del 35.A mi padre, que era electricista, le gustaba
inventar cosas raras, a mí me hizo dibujante humorista.Empecé mi larga carrera
a los cinco años cuando, de la mano de mi mamá, la llevé al cine para ver
« Blanca Nieves y los siete enanos ».A partir de ahí, creo haber dibujado todos
los días. Ah ! también fui a la escuela.A los dieciocho años se me dio por
ilustrar cuatro libros de cuentos para EditorialCodex, al mismo tiempo entré
por la puerta que daba a la calle a los Estudios de Dibujos Animados de Burone
Bruché.También ilustré historietas con guiones de Aldo Camarotta.En mi tiempo
libre, es decir todos los días, me las arreglaba para jugar al fútbol,perdón, a
la pelota, en las calles y terrenos baldíos del barrio con mis
amiguitos, entre los cuales Eduardo Balducci, Juan Carlos Copes, Humberto
Andreacchio ymuchos otros que también se hicieron famosos.Pero un día, el 7 de
Noviembre de 1955, me fui.Primero al Perú, con intenciones de hacer dibujos
animados siguiendo la proposición de mi colega y amigo Jorge Caro.Pero la idea
no cuajó y sólo trabajé en publicidad.En 1960 el viento me llevó hacia el
norte. Me tomé un avión, un micro y miúltima Coca-Cola y recalé en Nueva York.A
los diez días conseguí trabajo como imbetweener (intermediador) en losEstudios
Paramount y ahí me di cuenta que estaba en el extranjero porque
a Espagueti lo llamaban Popeye. . .Al año me cansé de hacer dibujos que de
animados tenían muy poco y me fuipor ahí para hacer « greetings cards », léase
tarjetas humorísticas.Finalmente puse fin a la aventura americana y me subí a
un Queen Mary quepasaba por allí rumbo a Europa, la tierra de mis antepasados;
incluidos mis padres.El 26 de Agosto de 1963 llegué al Peñón de Gibraltar,
con otro barquito desembarqué en Algeciras , España.De ahí en más, un tren
me llevó hasta un Madrid franquista; otro a Barcelona(idem, pero menos) y crucé
la frontera para llegar a Perpignan. Otra ruta melleva hasta Versailles y el
último ferrocarril (oeste, supongo) me deja en París.Llovía, caía la noche,
pero tuve la suerte de conseguir una habitación de hotelen un sexto piso sin
ascensor, sin baño, una cuerda de pared en guisade armario, sin cuatro muros,
una buhardilla que le dicen, ciento cincuenta dólares en el bolsillo, solo,
pero inconscientemente feliz! Estaba en París! Eso fue un viernes 19 de
Septiembre de 1963. Al lunes siguiente me presentéen dos editoriales de
tarjetas humorísticas, los obligué a hablarme en Inglés hasta que uno de ellos
me ofreció trabajo.Enseguida, por cuestiones idiomáticas, me inscribí en la
Alianza Francesapor dos años, hasta el diploma.Durante tres años realicé toda
la producción de la Editorial Mic-Max, así sellamaba, hasta que creí llegado el
momento de pedir un aumento, pero lo único que conseguí fue
Nací, como
todo el mundo, a los nueve meses de edad.La cosa ocurrió en el famoso barrio de
Villa Pueyrredón,en una calle con nombre de pianista: Argerich, allá por Buenos
Aires.Más tarde me enteré que fue un 4 de Agosto de 1932.Mi hermana Teresa
nació en una calle donde, según Abel Santa Cruz,no hay más remedio que nacer:
Nazca.Finalmente nos decidimos por la calle Cabezón, esquina Condarco,
a mediados del 35.A mi padre, que era electricista, le gustaba inventar
cosas raras, a mí me hizo dibujante humorista.Empecé mi larga carrera a los
cinco años cuando, de la mano de mi mamá, la llevé al cine para ver «
Blanca Nieves y los siete enanos ».A partir de ahí, creo haber dibujado todos
los días.Ah ! también fui a la escuela.A los dieciocho años se me dio por ilustrar
cuatro libros de cuentos para EditorialCodex, al mismo tiempo entré por la
puerta que daba a la calle a los Estudios de Dibujos Animados de Burone
Bruché.También ilustré historietas con guiones de Aldo Camarotta.En mi tiempo
libre, es decir todos los días, me las arreglaba para jugar al fútbol,perdón, a
la pelota, en las calles y terrenos baldíos del barrio con mis
amiguitos, entre los cuales Eduardo Balducci, Juan Carlos Copes, Humberto
Andreacchio ymuchos otros que también se hicieron famosos.Pero un día, el 7 de
Noviembre de 1955, me fui.Primero al Perú, con intenciones de hacer dibujos
animados siguiendo laproposición de mi colega y amigo Jorge Caro.Pero la idea
no cuajó y sólo trabajé en publicidad.En 1960 el viento me llevó hacia el
norte. Me tomé un avión, un micro y miúltima Coca-Cola y recalé en Nueva York.A
los diez días conseguí trabajo como imbetweener (intermediador) en losEstudios
Paramount y ahí me di cuenta que estaba en el extranjero porque
a Espagueti lo llamaban Popeye. . .Al año me cansé de hacer dibujos que de
animados tenían muy poco y me fuipor ahí para hacer « greetings cards », léase
tarjetas humorísticas. Finalmente puse fin a la aventura americana y me subí a
un Queen Mary quepasaba por allí rumbo a Europa, la tierra de mis antepasados;
incluidos mis padres. El 26 de Agosto de 1963 llegué al Peñón de
Gibraltar, con otro barquito desembarqué en Algeciras , España.De ahí en
más, un tren me llevó hasta un Madrid franquista; otro a Barcelona (idem, pero
menos) y crucé la frontera para llegar a Perpignan. Otra ruta melleva hasta
Versailles y el último ferrocarril (oeste, supongo) me deja en París.Llovía,
caía la noche, pero tuve la suerte de conseguir una habitación de hotelen un
sexto piso sin ascensor, sin baño, una cuerda de pared en guisade armario, sin
cuatro muros, una buhardilla que le dicen, ciento cincuentadólares en el
bolsillo, solo, pero inconscientemente feliz! Estaba en París!Eso fue un
viernes 19 de Septiembre de 1963. Al lunes siguiente me presenté en dos
editoriales de tarjetas humorísticas, los obligué a hablarme en Ingléshasta que
uno de ellos me ofreció trabajo.Enseguida, por cuestiones idiomáticas, me
inscribí en la Alianza Francesa por dos años, hasta el diploma.Durante tres
años realicé toda la producción de la Editorial Mic-Max, así sellamaba, hasta
que creí llegado el momento de pedir un aumento, pero lo único que conseguí fue
aumentar la lista de parados parisinos. Solo, todavía no conocía a Amparo
(nombre premonitorio) ni mucho menosa Sébastien y Cécile, mis futuros hijos.
Sin trabajo, ancla’o en París, con un idioma local embrionario, resumiendo: en
Pampa y la vía. Qué hacer ?La idea de volver con la frente marchita a la
habitación que no tenía en la casita alquilada de mis viejos no me seducía. .
.Elegí tirar el manotazo de ahogado y hacer otra cosa: dibujos mudos para las revistas
y periódicos. Me salió bien. » Se te fue la mano » como me dijo Carlitos Garaycochea.
El resto ya es más conocido.
PERSONAJES
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