Diario Gráfico de Guillermo Roux
en el Museo Nacional de Bellas Artes
Inauguraciòn Martes 17 de abril de 2018 a las 19 hs ,
Av. Libertador 1473 - C.A.B.A.
La muestra reúne 290 dibujos realizados con birome en sus cuadernos personales, entre agosto de 2015 y diciembre de 2017. La exposición, cuyo sentido se completa con la exhibición de otras 177 obras en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24, da cuenta de su visión del mundo y de la vida luego de una prolongada internación.
“Obra íntima, pensamiento secreto de quien debe vencer las horas largas reinventando la realidad, los cuadernos que conforman este ʻDiario Gráficoʼ adquieren en el Museo Nacional de Bellas Artes y en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 el carácter de un llamado vitalista al disfrute y a la crítica. Y, al mismo tiempo, constituyen un homenaje a la persistencia de una labor artística que, desde hace décadas, no ceja en su capacidad de interpelación y en su búsqueda de nuevos lenguajes para dar forma a un universo tan potente y singular”, expresa Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes.
Las obras, ordenadas cronológicamente, constituyen una narración visual que recrea el universo del artista al regresar del hospital a su casa de Martínez. Le siguen imágenes del inicio de su rehabilitación: la pileta, su kinesióloga y las personas con las que se vinculaba en esas primeras sesiones que le devolvieron movilidad e independencia. La mujer, las flores y la moda, temas siempre presentes en su obra, retoman protagonismo desde un nuevo escenario, y los autorretratos realizados de madrugada, en penumbras y al borde de su cama, integran un panorama que alberga la intimidad de su vida.
“El arte, en su contenido de verdad, permite también cierta dosis de honestidad brutal”, señala Duprat. “Guillermo Roux no se privó de ella, e hizo del gesto del convaleciente, compelido a desplegar su imaginación solo con un cuaderno y una birome, la ocasión de recrear su mundo
visual, mostrando su esqueleto, su pulsión más íntima y descarnada. Ciertamente, el padecimiento habilita al sarcasmo y la ironía; Roux los ejerce con sutileza en sus dibujos que, tramados con infinita paciencia, aluden a situaciones críticas del mundo contemporáneo”.
“Guillermo Roux ha decidido crear un relato gráfico de su vida cotidiana. Un relato que será el medio para acercarse a un público que quizá por su juventud no lo conoce, al tiempo que lo reencontrará con aquellos que extrañaban sus trazos”, afirma Cecilia Medina, quien estuvo a cargo de la curaduría.
En el marco de la muestra el martes 24 de abril de 2018 se presentará en MNBA el libro
Guillermo Roux en sus propias palabras
El libro reconstruye la luminosa trayectoria de uno de los grandes artistas plásticos argentinos, a partir del diálogo que sostuvo durante cuatro años con María Paula Zacharías, reconocida periodista de arte.
El relato comienza con su infancia en la década de 1930, cuando su padre –dibujante e ilustrador profesional– lo alentó a amar el oficio. A los 15 años Roux ingresó como dibujante a la editorial de Dante Quinterno.
Lluego vivió varias vidas, viajando de Buenos Aires a Roma y de Jujuy a Nueva York, hasta tomar la decisión que marcaría un antes y un después: proclamarse artista de “tiempo completo” tras el encuentro con Franca Beer, su mujer y marchande, cuando ya tenía más de 40 años.
Mientras se relatan sus andanzas y preocupaciones íntimas, asistimos también a la batalla cotidiana que entabla con los achaques de la vejez. El foco está puesto tanto en su carrera pública, que lo llevó a exponer en los mejores museos y galerías del mundo, a inaugurar y sostener su propia escuela-taller, como en las etapas menos conocidas de su vida: niñez y juventud, en las que toda su pintura se encuentra en germen.
En la vejez, su arte alcanza una dimensión nueva. Son temas clave la vocación y la libertad. El arte lo atraviesa todo: “En la vida no hacemos lo que queremos sino lo que podemos, con nuestras virtudes y carencias”.